jueves, 21 de abril de 2016

SIGUIENDO LOS PASOS DEL SEÑOR - PROFESIÓN DE IGNACIA Y GABRIELA

Compartimos la alegría de
 la Profesión  Temporal de Gabriela Sibrón y 
la Profesión Perpetua de Ignacia Justiniano



Los esperamos para ser partícipes de este gran momento de nuestra Familia Consagrada.

Barrio Virgen de Cotoca 
Calle Tarija final S7N
Montero 

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miércoles, 13 de abril de 2016

LA CELDA DEL AMOR, SIEMPRE ABIERTA - 14 DE ABRIL 2016

La cuarta obra de misericordia corporal: Dar hospedaje al 

peregrino 

Padre Kolbe: Hombre acogedor



Las palabras de Mateo 25,35: “estaba de paso y me alojaron” marcan toda la historia de Israel.
“Él será para ustedes como uno de sus compatriotas y lo amarás como a ti mismo, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto” (Lv 19,34).
¡Acoger al otro es acoger a Dios en persona! Es la experiencia que hace Abraham que acoge a  los tres misteriosos personaje en Mamré (Cfr. Gen 18,2-8).

El Papa Francisco, en el mensaje de la Jornada Mundial del Migrante refugiado, dice
“En la raíz del Evangelio de la misericordia el encuentro y la acogida del otro se entrecruzan con el encuentro y la acogida de Dios: Acoger al otro es acoger a Dios en persona. No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir que brotan de la experiencia de la misericordia de Dios, que se manifiesta en las personas que encuentran a lo largo de su camino. Los encomiendo a la Virgen María, Madre de los emigrantes y de los refugiados, y a san José, que vivieron la amargura de la emigración a Egipto”.
También la antigüedad clásica expresa vigorosamente el carácter sagrado del huésped, sobre todo al extranjero que se encuentra, a causa de ser desarraigados de su tierra natal, en una situación de inferioridad y de grandes y graves necesidades.

¿Quién es el “peregrino” de la cuarta obra de misericordia?
¿Es el desconocido viajero que está de paso y que nos pide hospitalidad por una noche?
¿O tal vez los  pobres, las personas sin hogar, el mendigo, al extranjero, el ciruja?
Y ¿qué decir de aquellos que huyen de las guerras, de las persecuciones y el hambre?

El Papa Francisco, con dolor, se pregunta: “¿acogida es hospedar a los peregrinos y rechazar a los inmigrantes?”
La acogida de los refugiados es una obra de misericordia corporal y espiritual. Hoy estamos dramáticamente interpelados por el fenómeno de la migración masiva, que pone en contacto a hombres y mujeres provenientes de países  pobres o inhabitables por la guerra y la violencia. No se puede olvidar que a pocos pasos de los grandes Palacios en los bancos de las plazas y de las calles son siempre más las multitudes de "sin techo" que se reparan con trapos y cartón. Hoy en día, cada vez más, nuestras ciudades les niegan incluso estos espacios públicos para ocultarlos de nuestra visión y nuestra conciencia.

Por tanto, la hospitalidad se convierte en un verdadero desafío. La hospitalidad puede convertirse en una oportunidad de conversión.
De la necesidad urgente de brindar cobijo, refugio, alojamiento, se pasa a la hospitalidad como una profesión de fe en Dios que ha dado la tierra como un hogar para cada hombre. El salmista canta: "Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y sus habitantes" (Sal 24,1) y David confiesa: “Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad, porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra… Nosotros somos extranjeros y peregrinos  delante de Ti, como lo fueron nuestros padres”. (1Cr 29, 11.15).

En septiembre de 1940, el Padre Kolbe dijo a sus hermanos: "Para honrar al Rey del amor, conviene sólo el amor, el único regalo que se le puede ofrecer... El amor se vive, no se puede describir. El cielo no es más que la fusión con Dios realizada por medio del amor. Por lo tanto, abramos nuestros corazones a los hermanos necesitados"[1]. Su amor entra rápidamente en acción, de modo que Schlafly y  Green afirman: "Numerosos testigos han declarado que entre el otoño y el invierno de 1939 a 1940 Padre Kolbe fue capaz de ayudar a muchos necesitados sin mirar si eran cristianos o judíos...

Eddie Gastfriend, sobreviviente judío de Auschwitz, ahora comerciante en Filadelfia, nos dice: Había muchos sacerdotes en Auschwitz, no llevaban cuellos clericales pero uno se daba cuenta que eran sacerdotes, por su manera y su actitud, especialmente con relación a los judíos. Eran tan benignos, tan amables. Los de nosotros que entramos en contacto con sacerdotes, como el Padre Kolbe, sentíamos que estábamos en un tiempo especial, un tiempo en que era escrita una alianza de sangre entre cristianos y judíos...”[2]

En Niepokalanów todos fueron acogidos con gran cuidado y cariño: los frailes les aseguraron a los Judíos, hasta sus celebraciones, Día de Año Nuevo. Su ternura y dedicación los conmovieron hasta las lágrimas. El día de la salida del convento agradecieron por la hospitalidad y uno de ellos, en nombre de todos, se expresó así: "Si Dios nos permitirá sobrevivir a la guerra, agradeceremos a Niepokalanów con el céntuplo. No olvidaremos la bondad que han tenido para con nosotros y la vamos a publicar en la prensa extranjera, así como en el London Times"[3]

  "Los Frailes fueron muy acogedores con los prófugos. Dispuestos para ayudar en cualquier situación difícil, a menudo nos salvaron la vida”.[4]

San Maximiliano escuchó a toda persona que pidió ser escuchada, lo hizo con respeto, delicadeza y ternura. Se hizo cargo del sufrimiento de los demás, alejándose de la mirada deformante de los prejuicios, los lemas, slogan: no construyó en Niepokalanów muros, o barreras, no cerró con  alambre de púas, sino que construyó puentes para cruzar juntos.
Él y sus hermanos hicieron de sí mismos la casa, el lugar del encuentro y la comunión con el otro.

"Acércate,  dice el extranjero. A pocos pasos de mí, todavía estás aún demasiado lejos. Me juzgas por lo que eres tú y no por lo que soy yo”[5]. Acerquémonos para mirar el rostro de nuestros hermanos. Queremos darle hospedaje, al menos en nuestros corazones, muchas personas pobres “llegan a nuestras casas todos los días y llaman a la puerta de nuestros corazones”.

Angela Esposito MIPK



[1] EK 19.10.1940
[2] Maximiliano Kolbe, Patricia Treece, Ed. de la Inmaculada. p. 173.
[3] Cf. Claude R. Foster.
[4] Skarzsewy, 6/11/1967 en  Ho conosciuto il beato Massimiliano Kolbe, Juventino Mlodozeniec, pp.71-73. Ed Laurenziana Napoli, 1976.
[5] E. Jabès, Uno straniero con, sotto il braccio, un libro di piccolo formato, p. 98.


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RETIRO PARA LAICOS - COCHABAMBA


El domingo 10 de abril se realizó el primer retiro espiritual abierto a los laicos, Los Voluntarios de la Inmaculada, comprometidos en primera fila para la animación del mismo. El Padre Carlos Palmés, SJ. fue el encargado de dar el tema de la Misericordia, en el marco de la vivencia del Año Jubilar. El texto que se tomó para la reflexión fue la parábola del Padre Bueno ( o Hijo Pródigo). Todos participamos de este momento de encuentro con el Señor de la Misericordia.









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domingo, 10 de abril de 2016

JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA - MONTERO

Bella giornata di Infanzia missionaria!!! 2000 bambini!!! I nostri più di 200. Tanti momenti belli! Giornata calda, di...

Posted by Ana Isabel Merlo on domingo, 10 de abril de 2016

domingo, 3 de abril de 2016

DIVINA MISERICORDIA EN QUINTANILLA, COCHABAMBA

En la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y San Maximiliano Kolbe -uno de los primeros lugares desde donde se expandió...

Posted by Misioneras de la Inmaculada - P. Kolbe on domingo, 3 de abril de 2016